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Las ramas de actividad con mayor presencia femenina tienen un coste salarial inferior

17/12/2019  |  Notas de Prensa
  • La rentabilidad de las PYME ralentizó su crecimiento en 2018, llegando a descender en las empresas medianas
  • Las microempresas continuaron aumentando su cifra de negocios y sus beneficios durante 2018

17.12.’19.- En 2018, dando continuidad nuevamente a la recuperación empresarial iniciada en 2013, en lo referente a la rentabilidad financiera (beneficios de los accionistas), los segmentos PYME tuvieron un comportamiento de clara ralentización de su crecimiento, que en el caso de la medianas llegó incluso al descenso de esta variable. De nuevo la intensidad del crecimiento de la rentabilidad fue mayor cuanto menor era el tamaño de las empresas. Así, la rentabilidad financiera de las microempresas creció el 3,8%, pasando del 5,2% en 2017 al 5,4% en 2018; las pequeñas aumentaron menos, un 1,3% en el mismo período, pasando del 7,9% al 8,0% y las medianas disminuyeron el 6%, descendiendo desde el 8,8% hasta el 8,3% en 2018. Se pueden ver los resultados indicados en el siguiente gráfico:

Es una de las conclusiones del estudio Las PYME españolas con forma societaria 2013-2017 y avance 2018, elaborado por el Colegio de Registradores, sobre las cuentas anuales presentadas en los registros mercantiles y dirigido por el catedrático de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad Complutense, Juan Antonio Maroto Acín.

Cifra de negocios y Resultado neto

Las dos cifras coyunturales más clásicas de las PYME, su cifra de negocios y su resultado neto del ejercicio muestran efectos de la transición desde el final técnico de la recesión hasta el cuarto año de crecimiento sostenido, aunque se aprecian en 2018 síntomas de desaceleración en los segmentos de empresa pequeña y mediana, aunque continúa todavía el crecimiento de las microempresas, mostrando la siguiente situación: la cifra de negocios es creciente en todos los años observados en las micro y su resultado neto sigue siendo creciendo el 6,6% en 2018; las pequeñas denotan romper la tendencia creciente en sus cifras de negocio medias en 2018 (descendiendo el 2,1%) y también en su resultado neto, que desciende el 2,7%; las medianas experimentan un ligero aumento del 0,5% en su cifra media de negocios pero con un resultado neto que descendió el 2,3% sobre el año anterior.

Los resultados en detalle se aprecian en el gráfico siguiente:

Empleo por género, proporción de mujeres y hombres por ramas de actividad

Por primera vez en el Estudio se aborda la composición por género en las diferentes ramas de actividad de la CNAE, mostrando aspectos significativos de la presencia laboral femenina.

Tomando como referencias el año 2017 y los porcentajes de empleo femenino del 50% y del 20%, para reflejar la elevada o reducida representación del mismo, respectivamente, las ramas de actividades sanitarias y servicios sociales, la educación y los otros servicios son las de empleo mayoritario de la mujer; en tanto que las industrias extractivas, la construcción y el transporte y almacenamiento son aquellas en las que dicho empleo está infrarrepresentado. Adicionalmente, y por segmentos de dimensión empresarial, el empleo de la mujer es también muy elevado en las microempresas de las actividades inmobiliarias y de las actividades profesionales, científicas y técnicas, así como en las micro y pequeñas empresas de las actividades financieras y de seguros.

En el lado contrario, también está infrarrepresentado en las micro y pequeñas empresas de la agricultura y la pesca, en las pequeñas empresas del agua, saneamientos y residuos, y en las medianas empresas de la energía.

En la tabla siguiente se muestra la proporción de mujeres por rama de actividad, indicando en amarillo la representación superior al 50% y en verde la representación inferior al 20%:

también, el promedio de coste salarial de las ramas de actividad en relación al empleo femenino en dichas ramas y los resultados pueden resumirse como sigue:

En las microempresas, en 2013, el promedio de costes salariales de las ramas con más del 50% de empleo femenino fue de 25.400€, y el de las ramas con menos del 20% del mismo de 27.000€; cifras que, en 2017, pasaron a ser de 27.400€ y 28.800€, respectivamente. En el caso de las pequeñas empresas, las ramas con más del 50% de empleo de mujeres tuvieron un coste salarial promedio de 26.000€, y las de menos del 20% de tal empleo ascendieron a 31.300€; una diferencia que se acentuó en 2017, con 25.400€ en las de empleo medio femenino mayoritario, y con 31.100€ en las que ese porcentaje de empleo femenino era menor del 20%.

En síntesis, se observó una menor retribución media en todas las ramas con mayor empleo de la mujer, que en las microempresas supuso una media de 1.580€ menos en 2013 y 1.400€ en 2017; y que en las pequeñas empresas supuso, en iguales y respectivos años, 5.200€ y 5.700€ menos.

Empleo total, fijo y no fijo

Por lo que respecta a los datos de empleo medio, el avance de las PYME de 2018 sigue denotando la sustitución de empleo medio fijo por no fijo, si bien con el efecto favorable de la reactivación, que permite atemperar sus repercusiones sobre el empleo medio total, que aumenta ligeramente.

En el empleo total, en efecto, la comparación entre 2014 y 2018 pone de manifiesto la relativa estabilidad de las plantillas medias, con ligeras variaciones que son directamente proporcionales a la dimensión, con incrementos de 0,10, 0,11, y 0,14 trabajadores en micro, pequeñas y medianas empresas, respectivamente.

Sin embargo, en los componentes de esas plantillas medias, empleo fijo y no fijo, los datos de avance de 2018 confirman el cambio de los comportamientos de las PYME ante el empleo, conforme se mantiene la recuperación económica, ya que ahora, salvo en las microempresas, se evidencian caídas del empleo medio fijo e incrementos, en mayor proporción, del empleo medio no fijo. En concreto, la comparación entre 2014 y 2018 muestra reducciones porcentuales del empleo medio fijo del -2,9% en las pequeñas empresas y del -3,5% en las medianas; frente a incrementos porcentuales del empleo medio no fijo del 11,8% en las pequeñas y el 12,4% en las medianas. La excepción son las microempresas, que entre 2014 y 2018 incrementan tanto el empleo medio fijo (1,1%) como el no fijo (10.8%).

Los detalles anteriores se aprecian en el siguiente gráfico:

Se ha estudiado también, el promedio de coste salarial de las ramas de actividad en relación al empleo femenino en dichas ramas y los resultados pueden resumirse como sigue:

En las microempresas, en 2013, el promedio de costes salariales de las ramas con más del 50% de empleo femenino fue de 25.400€, y el de las ramas con menos del 20% del mismo de 27.000€; cifras que, en 2017, pasaron a ser de 27.400€ y 28.800€, respectivamente. En el caso de las pequeñas empresas, las ramas con más del 50% de empleo de mujeres tuvieron un coste salarial promedio de 26.000€, y las de menos del 20% de tal empleo ascendieron a 31.300€; una diferencia que se acentuó en 2017, con 25.400€ en las de empleo medio femenino mayoritario, y con 31.100€ en las que ese porcentaje de empleo femenino era menor del 20%.

En síntesis, se observó una menor retribución media en todas las ramas con mayor empleo de la mujer, que en las microempresas supuso una media de 1.580€ menos en 2013 y 1.400€ en 2017; y que en las pequeñas empresas supuso, en iguales y respectivos años, 5.200€ y 5.700€ menos.

I+D

Una primera percepción, atendiendo al número de empresas de cada segmento de dimensión de la muestra analizada, es que la inversión en I+D se relaciona directamente con dicha dimensión empresarial, ya que en 2017 (último año completo analizado) tenían gastos netos en I+D activados el 16,4% de las muy grandes empresas, el 15% de las grandes empresas, el 13,8% de las medianas, el 9,9% de las pequeñas y el 3,2% de las microempresas.

Con los datos estudiados del bienio 2016-2017, se mantiene el aumento del saldo neto de los gastos en I+D, y a un ritmo ligeramente superior al de 2016 (4,9% frente a 4,5%), en concordancia con la mayor actividad del año 2017. En ese total neto, el 3,5% son gastos de investigación y el 96,5% gastos de desarrollo, es decir, parecen primar más los incentivos fiscales y las disponibilidades de liquidez más que la funcionalidad futura de cara a la competitividad de las empresas.

Por último, la relación entre la variable de los gastos medios por empleado y la intensidad de la inversión en I+D de las empresas, sigue siendo significativa y directa con la reactivación, al igual que lo ha venido siendo durante los años de la crisis. Se puede observar en la siguiente tabla:

Nota: El avance, resumen ejecutivo, anexo sectorial o el informe completo se pueden consultar en el siguiente enlace de la web del Colegio de Registradores enlace